15) Ya he visto que la idea de Terapia de grupo es para ti una cosa concreta y diferente de Psicoterapia de grupo. ¿Quién acuñó el término “Psicoterapia de grupo” y cómo la defines?
Sí lo es, y creo que es bueno ir definiendo bien o delimitando nuestras actividades. Ahora vayamos a por la primera parte de la pregunta. Fue Moreno quien lo introdujo en su texto de 1932[1], aunque ya llevaba trabajando en ello (desde 1913) con grupos de prostitutas y de chavales utilizando métodos de dramatización. Es más, indica que representa la tercera revolución psiquiátrica. Para él la primera fue la revolución de Pinel al romper las cadenas que sujetaban a los “locos” en las cárceles de París. La segunda es la que corresponde a todo el desarrollo promovido por Freud y que supuso, a partir del reconocimiento del inconsciente, toda una teorización sobre el psiquismo humano; y finalmente la tercera será, para J. Moreno, el desarrollo grupal, de la psicoterapia grupal, con la idea de que sean los propios pacientes los que se hagan cargo del tema. Ahora bien, esta paternidad le viene disputada por Slavson quien inició una actividad similar, aunque entiendo que no idéntica. Es decir que el término viene acuñado por dos personas. Y ¿cómo la defino? Como una intervención técnica, realizada por un especialista, dirigida a las personas que padecen un trastorno psíquico y basada en el conocimiento de los procesos de la psique que denotan y denuncian una seria dificultad para poder ser y vivir con determinados y relativos niveles de satisfacción tanto personales como familiares y sociales.
Si seguimos una idea anterior sobre si el grupo es considerado coadyuvante o coagente (o incluso agente) del tratamiento psicoterapéutico, y por consiguiente si lo que tenemos es Psicoterapia o Terapia de grupo, creo que sólo podemos ir a las palabras de Moreno para entender su posicionamiento. En efecto, en el prefacio de su libro dice “El objetivo de este libro es introducir métodos que aproximen más la psicoterapia a la vida real. El ámbito de la psicoterapia, reducido hasta ahora al individuo, se amplia aquí al grupo, sin renunciar por ello a los valores de los métodos individuales; al contrario, la aspiración es la de profundizarlo” (Moreno, 1987:9). La propuesta va dirigida a hacer partícipes a los miembros del grupo de su propio proceso terapéutico y por esto se dirige hacia el psicodrama. En las representaciones teatrales de Moreno a partir de 1913, aparece la importancia de la expresión o catarsis, aspecto que utiliza también con las prostitutas con quien inicia propiamente la psicoterapia de grupo. De hecho Moreno considera como factor importante la facilitación de la expresión del conflicto más que el análisis del mismo. Sin embargo para él, aquello que tiene valor es la interacción de los miembros: la interacción de los miembros, sus relaciones recíprocas llegan a tener más importancia que la interacción con el terapeuta (:15) e incluso va más allá: desde el momento en que se reúne un grupo de pacientes para someterse a tratamiento, un juramento que sólo obliga al médico es insuficiente. Todos los miembros del grupo deben compartir la responsabilidad, tanto los pacientes como los terapeutas auxiliares. Todos son corresponsables del bienestar de los otros miembros del grupo (:19). Aquí el grupo se convierte en un coagente del tratamiento en tanto que participa del mismo.
Pero en realidad es en 1932, cuando escribe que cuando llegué a los Estados Unidos en 1925 no existía la terapia de grupo. El papel decisivo que desempeñaron los Estados Unidos en su evolución ha sido descrito por Renouvier y J. Meiers (…) En Inglaterra comenzaron las investigaciones en la psicoterapia de grupo con Bierer y Bion, en 1941. Foulkes escribió, en 1948, el primer libro sobre el tema (…) Levobici escribe: las primeras investigaciones sobre psicoterapia de grupo comenzaron en Francia en 1945 (1987:34). Creo que si pensamos en la psicoterapia de grupo como aquella iniciativa que acerque la psicoterapia a la vida real, que haga de los pacientes, coagentes de la actividad psicoterapéutica, con grados de responsabilidad similares a los que tiene el profesional, entonces debemos señalar a Moreno, J. L., como aquel que acuñó el término. Pero fíjate, Lola, que ya se introduce la dualidad terminológica.
Ahora bien, si por psicoterapia de grupo entendemos la oferta psicoterapéutica de un profesional a un grupo de personas que trata de abordar aspectos de su vida psíquica (por aquello de la psicoterapia, ¿sabes?), entonces me resulta más difícil pensar en Moreno como el iniciador de la Psicoterapia de grupo, aunque sí de la terapia de grupo. Muchos son los nombres de profesionales que de forma más o menos al unísono, emprenden tal tarea. Sheidlinger nos informa que La utilización de pequeños grupos en forma planificada para el tratamiento de problemas de personalidad, comenzó en los Estados Unidos en la década de 1930 con los trabajos de L. Wender, P. Shilder, J. L. Moreno, S. R. Slavson, F. Perls y A. Wolf (Sheidlinger, 1996:2). Y refiere un trabajo de Giles Thomas que en 1943, publicó un artículo sobre terapia de grupo, de interés histórico pero relativamente ingenuo. Aparentemente ignorante de que la terapia de grupo contemporánea ya se había puesto en marcha (…) Thomas esperaba que sus hallazgos impulsaran la aplicación de métodos de grupo en las emergencias de guerra. Clasificó las terapias de grupo en dos tipos principales: represivo-sugestivas (incluía el método de clases de Pratt (1922) y Alcohólicos Anónimos), y la Analítica (abarcaba el trabajo de Schilder (1936) y el de Wender (1936), (Sheidlinger, 1996:4) Posteriormente, Sheidlinger se hace eco de la disputa entre Moreno y Slavson al señalar que desde la perspectiva de hoy en día, resulta difícil comprender la abierta, prolongada e intensa rivalidad entre J. L. Moreno y S. R. Slavson (Ibidem: 5).
En efecto, Slavson introduciendo en 1934 el principio del pequeño grupo (…) llegamos a la conclusión de que en el grupo mismo residía el potencial terapéutico. El resultado de todo ello fue que como designación apropiada de nuestra tarea propusimos la expresión de psicoterapia grupal. Esta expresión nos era desconocida y no había sido utilizada por ninguno de los psiquiatras y otros terapeutas que por diversas razones habían empleado grupos. (Slavson, 1976:11). Aquí hay una valoración del grupo, como en el caso de Moreno; quizás la diferencia era que mientras que Slavson partía y se alimentaba de las teorías psicoanalíticas más o menos adaptadas a lo grupal, Moreno renegaba de ellas proponiendo un método basado más en las interacciones, en la explicitación del conflicto, sin disponer de un referente más oficial que el suyo propio, y alejado de las posiciones del psicoanálisis. Y si indico que Slavson “más o menos” se guiaba por los conceptos psicoanalíticos es porque en algunos puntos discrepó del planteamiento Freudiano señalando algunos errores del padre del Psicoanálisis al confundir grupo con masa. Es más indica que si la psicoterapia hubiera de apoyarse solamente en las teorías de la líbido y en otros aspectos dinámicos de la terapia clásica de Freud, a pesar de lo correctos y profundos de estos contenidos, la psicoterapia de grupo no habría podido desarrollarse (:35). Creo que son consideraciones importantes, así como es importante subrayar las diferencias que pueden haber entre el planteamiento de Slavson y el de Moreno. Pero fíjate Lola, una cosa: en tanto que para Moreno el beneficio resulta de la expresión del conflicto, para Slavson es el análisis del mismo y su plasmación en el ámbito grupal. Es decir, por usar mi terminología, Moreno abogaría por una terapia grupal en tanto que Slavson por una psicoterapia de grupo.
En fin, seguramente lo que aparece como trasfondo es el problema de a quién se le atribuye la paternidad del invento. Creo que poco importa este hecho a la altura del desarrollo histórico, sobre todo si consideramos lo que antes te señalaba de la utilización en tiempos antiguos de lo grupal como elemento terapéutico. Y es interesante ver cómo también hay quien se muestra agradecido a quienes abrieron paso. Es el caso de Wolf y Schwartz que nos dicen: el interés activo en análisis de grupo comenzó en 1938 para uno de nosotros (Wolf) (…) fueron muy alentadores los escritos de Trigant Burrow, Paul Shilder y Louis Wender, y se inició un grupo experimental, en 1938, de cuatro hombres y cuatro mujeres (1967:1), aunque su propuesta, de la que hablaremos también más adelante, no presta excesivo interés al propio grupo y en cualquier caso es considerado como coadyuvante de la función analítica que reside, fundamentalmente, en el Psicoterapeuta. Y en cierta manera, se distancia muy mucho de los planteamientos de estos autores y, en especial, de los de T. Burrow.
En cualquier caso, la psicoterapia de grupo no deja de ser una iniciativa que tendría como objetivo lo que Moreno señalaba: acercar la psicoterapia a la vida real. Para ello lo que pretende es que sean los propios miembros del grupo los que se conviertan en coagentes, todos son corresponsables, decía Moreno, de la actividad psicoterapéutica. Pero como quiera que los integrantes del grupo no disponen de un referente teórico, ni de unos planteamientos que pudiéramos llamar “científicos”, hay un primer responsable, el profesional. Este asume una responsabilidad que, con el paso del tiempo y la evolución del propio grupo, va siendo traspasada a los integrantes del mismo con el fin de que todos se vayan corresponsabilizando de la tarea psicoterapéutica. Tal es la propuesta que iremos viendo se corresponderá al grupoanálisis o a la psicoterapia de grupo grupoanalítica y no tanto a la psicoterapia de grupo. Tengo mis dudas de si el planteamiento de esta última, es decir, de Slavson, es una iniciativa que desea convertir a los propios miembros del grupo en corresponsables de los procesos psíquicos que se dan en el grupo y en ellos mismos. Más bien tengo la impresión, proveniente de los textos estudiados así como de mis propias experiencias, que bajo esta idea, la de Psicoterapia de grupo, se mantiene que es en el profesional en quien reside la función principal. Creo que en ello hay una notable influencia de la formación psicoanalítica o psicodinámica y, en el fondo, una baja valoración de la función que el propio paciente puede ejercer. Bien es verdad, con todo, que en función de la patología que presenten los miembros del grupo, ese deslizamiento de la responsabilidad del profesional en los pacientes, es mucho más que difícil, por no decir imposible.
[1] De hecho Moreno publicó “The first Book of Group Psychotherapy” en 1932, lo que le ubicaría entre los primeros autores que publicaron sobre la psicoterapia de grupo.