50)¿QUÉ AUTORES HAN TENIDO UNA ESPECIAL IMPORTANCIA EN LA PSICOTERAPIA DE GRUPO?

50) ¿Podrías hablarme de autores que han tenido una especial importancia en la psicoterapia de grupo?

 

Es lógico que aparezcan numerosos planteamientos ya que cada uno de ellos proviene de la formación y de las experiencias que cada uno de nosotros tiene, de sus características personales, del tipo de pacientes que trata, de la institución desde la que trabaja, y de los elementos culturales y sociales en los que se desarrolla. Pero esto mismo también es lo que  sucede al grupo humano. Hay momentos de la historia en los que se pone el acento en un lugar determinado y en otras ocasiones, el énfasis se desplaza hacia otro. Hay momentos del desarrollo de la psicología y de la psiquiatría, en los que se trata de averiguar qué le sucede al individuo como representante del género humano; tal es el caso de la mayoría de las escuelas de psicología y de la psiquiatría. Pero en otros, el acento se traslada a lo que le sucede a este individuo en tanto que forma parte de una colectividad, o incluso ésta en tanto algo singularidad. Rutan y Stone (2001) denominan “aproximaciones intrapsíquicas” a aquellas que ponen especial  interés en el sujeto, en el individuo. En realidad estamos hablando de las primeras aproximaciones o planteamientos teóricos que se realizan cuando se produce el paso de psicoanálisis al psicoanálisis en grupo, que es como clásicamente se les denomina. O sea, empezaré por centrarme un poco en aquellos que desarrollan lo que llaman (y podemos llamar) psicoanálisis en grupo. Los representantes básicos de este planteamiento son Slavson, Wolf y Schwartz. Son formas de trabajar que derivan directamente de la aplicación psicoanalítica propuesta en una situación grupal.

 

Creo que situándonos en un primer grupo, el de aquellos que colocan la problemática dentro del cráneo del paciente, Slavson fue una de las personas más influyentes en los inicios de la psicoterapia de grupo. Slavson es el pionero de la psicoterapia de grupo dice Portuondo considera que es analítica cuando tanto su contenido como su método son similares a los que se derivan del psicoanálisis individual. Utiliza la transferencia, la catarsis, la interpretación de los sueños para provocar el insight. (…) considera que hay psicodinamismos particulares en un grupo (Portuondo, J.L. 1972: 28). Fijémonos que en el reconocimiento de Portuondo, se iniciaría un sendero que lo desmarca un poco del terreno psicoanalítico clásico. Ahora bien, como creo que he señalado antes, la disputa entre él (o sus descendientes) y Moreno se sitúa en la propiedad intelectual del término psicoterapia de grupo; por más que ambas líneas de trabajo disten bastante entre sí.

 

Si hacemos caso a Foulkes, Slavson cree que la psicoterapia sólo puede desarrollarse a través de la vida en un mundo en acción (Foulkes, 2005:237), siendo la modificación o eliminación del egocentrismo y el aislamientos psicológicos (ibídem: 237), la contribución más importante de la experiencia grupal. Para el iniciador de la terapia grupoanalítica, Slavson plantea Las cuatro necesidades cardinales de la mayoría de sus pacientes en edad infantil tratados con psicoterapia de grupo (que) son: 1) necesidad de seguridad y amor incondicional, 2) construcción de un yo y un sentido del propio valor, 3) autoexpresión creativa, y 4) aceptación del grupo (:238). Iremos viendo estos aspectos a lo largo de este texto y cómo formarán parte de lo que se denominarán Factores terapéuticos. Pero ¿quién fue este teórico de la psicoterapia de grupo?

 

Samuel Richard Slavson (Ucrania, 1980- Nueva York, 1981) es considerado como el padre de la psicoterapia de grupo en América. En primer lugar estuvo interesado en los métodos grupales a través de sus experiencias y los desarrollos que realizó en los grupos coeducativos para adolescentes que se iniciaron en 1911 y que denominó “la cultura propia de los grupos”. Supuso un interés en una introducción a las artes creativas así como a los grupos de discusión.[1] (McKenzie, 1992:166). Su importancia queda bien patente al leer las palabras de McKenzie en el prefacio del trabajo que recupera: desde el inicio aparecieron tensiones entre poner el acento en tratar al individuo en el grupo, poniendo atención en las interacciones y las distorsiones que aparecían entre los miembros del grupo, o ver el grupo como una simple entidad. Posiblemente las más rotundas afirmaciones en tratar a los individuos en el grupo provenían de Alexander Wolf y Emmanuel Schwartz. La tensión entre estos puntos de vista la podemos encontrar no sólo en los escritos teóricos sino en la práctica diaria de la conducción de grupos cuando uno tiene que tomar la decisión de a qué nivel se dirige. Slavson, de forma característica, se pronuncia claramente en la importancia de tratar al individuo en el grupo e incluso va más allá al sugerir que la dinámica del grupo debe favorecer este proceso[2] (1992:167). Al leer su texto del 1950 uno tiene la grata impresión de que se encuentra ante una obra que surge de la experiencia apasionada del autor.

 

Inició su trabajo con niños que al parecer presentaban problemas de conducta (Foulkes, 2005:237). En realidad fue un pionero en la búsqueda de formas de trabajo psicoterapéutico en función de los objetivos que se pretendían. En su texto de 1950, Slavson nos dice hemos desarrollado grupos para niños en edad pre-escolar que lo denominamos grupo de psicoterapia por el juego. Otro grupo que denominamos “grupo de psicoterapia mediante la actividad y la entrevista” fue organizado para muchachos en edad de latencia y que presentaban serias dificultades para ser ubicados en grupos de actividad. El grupo que bautizamos como de “grupo de psicoterapia mediante la entrevista” fue el tercer tipo de iniciativa dirigido a adolescentes y adultos. (:1950: V). Me gusta resaltar cómo no presenta un modelo fijo sino una constante adaptación a las necesidades o situación de sus pacientes. Para él La psicoterapia grupal recibió parcialmente su impulso inicial del reconocimiento del lugar que ocupaba el yo en el desarrollo y en la terapia: por ello, el trabajo básico se efectuó inicialmente con niños (Slavson, 1976:35) Subraya el reconocimiento del lugar del yo y es a partir de ahí que descubre las propiedades curativas del hecho grupal: El autor de estas líneas introdujo en 1934 el principio del pequeño grupo. Se trató de un descubrimiento casual. La intención originaria fue proporcionar experiencias de recreación y “socializadoras” a “hermanas menores” socialmente inadaptadas en un departamento de “hermanas mayores” de una clínica de orientación infantil. (…) en consecuencia adoptamos la expresión “terapia de actividad creadora” (… y posteriormente) llegamos a la conclusión de que en el grupo mismo residía el potencial terapéutico (1976:11). Es importante esta referencia, porque nos habla del inicio de un planteamiento teórico a partir de la experiencia, de la experiencia grupal. Esta idea también la recoge Foulkes (2005:237), ya que constituye un claro reconocimiento del grupo como agente psicoterapéutico.

 

Slavson se desmarca de aquellos abordajes en los que parecen primar otros aspectos que no sean los del apoyo yoico. En este sentido dice, A esta altura sólo es posible decir que si la psicoterapia hubiera de apoyarse solamente en las teorías de la libido y en otros aspectos dinámicos de la terapia clásica de Freud, a pesar de lo correctos y profundos que estos contenidos son, la psicoterapia de grupo no habría podido desarrollarse. Ciertos tipos de neurosis de los adultos que caen en el dominio especial del psicoanálisis freudiano no son accesibles a la psicoterapia grupal, Las distorsiones de la libido se hallan todavía (y probablemente se hallarán siempre) dentro de la esfera especial de las técnicas de Freud; pero otros tipos de enfermedad, que caen en el dominio de la función y estructura caracteriológica del yo, son más accesibles a otros enfoques, y entre ellos, a la psicoterapia grupal. (1976:35), con lo que podemos observar una diferencia con otros autores que veremos más adelante. Es más, me atrevo a decir que muchas de sus aportaciones son fácilmente recuperables para quienes trabajamos incluyendo más aspectos que los exclusivamente individuales y dando a los aspectos yoicos y al propio grupo una relevancia fundamental en la psicoterapia de grupo.

 

En opinión de Foulkes la contribución terapéutica más importante de la experiencia grupal en la formación del carácter es la “modificación o eliminación del egocentrismo y el aislamiento psicológicos” (…) el terapeuta no inicia ninguna discusión y sólo ofrece interpretaciones en contadas ocasiones y en circunstancias muy específicas. El entorno es todo lo permisivo posible y es el grupo el que ejerce el control (Foulkes, 2005:237-8). Con esta idea fácilmente podemos establecer puentes entre la visión de Slavson y la Grupoanalítica ya que me parece ver un reconocimiento casi explícito por parte de Slavson de la matriz de relaciones que se configura de una determinada manera y a la que llamamos grupo.

 

Slavson (1957) define “grupo” como la reunión voluntaria de tres o más personas, que establecen una relación cara a cara y que tienen un propósito u objetivo común y que interrelacionan entre si en relación a esos propósitos u objetivos comunes, y cuyo resultado puede ser el de un desarrollo de la personalidad y de las capacidades que permanecían latentes[3] (McKencie, 1992:168). En esta frase, más allá de que en mi opinión el trabajo entre dos personas también pueda considerarse como grupal, la idea de una serie de personas en interacción mutua en torno a lo que pueden ser planes o metas comunes es interesante y se distanciará de otros planteamientos en los que prima la libre discusión entre los miembros del grupo. En este texto se cuestiona la función del líder señalando que no ocupa esta posición sino que más bien es el recipiente de los sentimientos de transferencia de tipo libidinal o de otro tipo, y es un objeto de dependencia (1992:168). Introduce también la noción de Sinergia definiéndola como la fuerza, el propósito, el objetivo y el esfuerzo común y congruente de todos los individuos que constituyen un grupo o una masa de personas.[4] (1992:169), planteamientos éstos que van más allá de la posición psicoanalítica.

 

A partir del trabajo realizado con los niños va desarrollando su psicoterapia de grupo y cree que en este tipo de intervención, se ocupa fundamentalmente de los elementos irracionales o conativos de la psique. Los elementos racionales o cognitivos se utilizan como reforzamientos secundarios en los procesos reconstructivos. Deben distinguirse insight y comprensión; conceptualización y sentimiento. Dicho de otra forma, pone el acento en las vivencias de los integrantes por lo que considera que en una psicoterapia que ataque lo fundamental, la esencia consiste en revivir en la afectividad los traumas tempranos y en eliminar la ansiedad, el temor y la culpa que con ellos están ligados (1976:42), en una clara alusión a la importancia de revisión del pasado. Podemos decir que trata de facilitar la aparición de los elementos más primarios y de los afectos vinculados a vivencias del pasado. Considera que La psicoterapia grupal analítica, con pacientes adolescentes y adultos no psicóticos, se apoya en la comunicación verbal asociativa libre por parte de cada individuo, la interpretación de las resistencias individuales y grupales, la interpretación de las transferencias individuales, múltiples y colectivas, y el logro del insight por parte de cada uno de los miembros del grupo en cuanto individuo. (1976:89). Es decir, es una aplicación casi paralela del trabajo individual del psicoanálisis (la asociación libre individual), sólo que aquí, con la presencia de más personas y, lo que es muy importante, reconociendo el valor terapéutico de lo grupal. Y para aclararnos todavía más su posición, nos dice en otro momento: El objetivo no consiste en resolver una determinada situación conflictiva. El propósito consiste en cambiar la estructura de la personalidad de modo más o menos permanente, de modo que pueda funcionar de forma más adecuada. (1976:103). Ahí parece que se diferenciaría de la línea de Moreno ya que aquí Slavson busca el cambio de la estructura de la personalidad mediante el análisis de los elementos inconscientes del individuo en situación grupal. Para ello utilizará  la Transferencia, la Catarsis, el Insight, la Prueba de realidad y la Sublimación (1976:63), señalando su utilidad: puede servir específicamente como correctivo de las malformaciones del yo y liberar sus energías. Por esto los objetivos generales de la psicoterapia son: la redistribución de la libido, el fortalecimiento del yo, la corrección del superyó, el mejoramiento de la autoimagen y el logro de sublimaciones adecuadas (1976:229). Como podemos ver, hay toda una teoría de la psique en la que sin dejar de lado lo que tiene que ver con lo reprimido, la canalización o recanalización de las fuerzas pulsionales, hay un acento en la importancia del Yo. Esto me hace pensar hasta dónde lo podríamos colocar más cercanos a la Psicología del Yo (A. Freud) que a los posicionamientos más Kleinianos o de la ortodoxa freudiana.

 

Desde su planteamiento el terapeuta, que así es como lo llama, debería reservar su intervención durante un tiempo suficiente como para permitir que otros pacientes tengan la oportunidad de examinar lo expresado por su compañero de grupo [por lo que] el terapeuta no deberá insistir en presionar al paciente si tropieza con una resistencia [y en consecuencia] es preferible esperar hasta que se haya avanzado más en el sentido de la disolución de las defensas [y] hasta donde ello es posible, deberían dejarse las entrevistas en manos de los pacientes de modo que el terapeuta desempeñe un papel mínimo (:261). Como creo que se ve, adopta una posición distante, es decir, fuera de la frontera grupal de forma que pueda analizar, interpretar la conducta y las aportaciones de los miembros del grupo sin la lógica “intoxicación” que una relación más cercana podría acarrear. En realidad su posición no hay duda de que el rol del terapeuta en un grupo de psicoterapia analítica es en muchos aspectos el mismo que en la psicoterapia individual. Se basa en la transferencia, catarsis e insight si bien estos aspectos quedan modificados por las múltiples relaciones en el grupo[5] (1950:98), reconociendo que la propia situación grupal obliga a modificaciones en la actitud y posición del profesional ante los miembros del grupo. Su obra, que no podemos ir describiendo con más detalle (por muy atractivo que me resulte) marca un punto de referencia no sólo para otros autores sino para el movimiento de la psicoterapia grupal en todo el mundo. De hecho, fue uno de los promotores y primer presidente de la Group Therapy Association” o G.T.A., fundada en Nueva York, por Slavson en 1943 (Campos, J., 1998).

 

Este es, pues, un autor que a partir de la experiencia clínica inicia una andadura muy novedosa, la grupal. Y desde esta experiencia y a partir de la formación que tenía, trató de aplicar los conocimientos psicoanalíticos rompiendo los esquemas de trabajo al uso e incluso desmarcándose del padre del Psicoanálisis. Todo un valor.

 

[1] Traducción del autor.

[2] Traducción del autor

[3] Traducción del autor.

[4] Traducción del autor.

[5] Traducción del autor.