59) No conocía a Burrow y me parece muy sugerente su planteamiento. Ahora bien, me gustaría que me hablaras más de Foulkes ya que, por lo que cada vez está más claro, te sitúas más cerca de su órbita que de otros. ¿Quién fue? ¿Qué propone para que te seduzca tanto?
El planteamiento de Burrow va más allá de lo que otros han ido (estoy pensando por ejemplo en Pichón Riviere y como él otros que han incorporado el valor social a lo grupal) porque a través de la idea del filoanálisis está hablando de filogenética: esto es considerar que existe lo que podríamos llamar, herencia psicológica o genética psicológica. Y tan sugerentes me parecen sus planteamientos como los de Foulkes. Pero también tengo que decirte que sólo dejó esbozos de su pensamiento. Su temprana muerte, sus dificultades para escribir, su compleja vida, no han favorecido excesivamente que su pensamiento llegase a nuestras manos como, en cambio, ha sucedido con otros. Creo que es uno de los autores que, en el terreno grupal, no pueden dejar de ser considerados como punto de referencia básico. El posicionamiento de Foulkes es diferente a la de los otros pioneros de la psicoterapia de grupo e incluso él mismo prefiere añadir el calificativo de grupoanalítico. Parte del psicoanálisis, pero se distancia de él al incorporar otros referentes como el de Goldstein y el de Elias. Concibe el grupo como una red de comunicaciones, conscientes e inconscientes. Desde esta perspectiva, todo grupo de personas desarrolla una matriz en la que se va a generar una red de relaciones que va a posibilitar que todos los integrantes del grupo la utilicen para entenderse en el aquí y ahora de la relación. Es el propio grupo el responsable del análisis de lo que sucede, tanto desde un nivel consciente como inconsciente. Aquello que no puede acceder a ser expresado, compartido, entendido, expresará la patología del grupo o del individuo. De hecho y a decir de Dalal, parece que hay como dos Foulkes: de un lado el ortodoxo, fiel a su formación y a sus vinculaciones psicoanalíticas, y por otro, el radical, cuyo desarrollo inicia pero (afortunadamente o no) deja abierto y no acaba de elaborar un pensamiento muy propio.
Para entender a Foulkes hay que conocer sus fuentes de influencia. De forma un poco precipitada se suele considerar que una de ellas es la que proviene de K. Lewin. De hecho en su texto Foulkes S.H.; Anthony, E.J. (1957) aparece un apartado dedicado a Lewin en el que resume que La teoría de campo ha sido una de las principales aportaciones al estudio de la dinámica de grupos y de los campos sociales, y es de gran interés para el marco teórico del grupoanálisis. Sus conceptos sobre la dinámica del todo, de figura y fondo, de pertenencia, de tensión y conflicto, de los diversos tipos de liderazgo y el de la atmósfera, de la perspectiva del tiempo y el aquí y ahora, de las fuerzas disruptivas y cohesivas, de las valencias y la de los grupos integrados y aquellos sin liderazgo han sido incorporados como parte del sistema de Grupoanálisis[1](:39). Es como un buen resumen de Lewin; sin embargo esta idea parece que es corregida en una posterior edición ya que siguiendo a Cohn, H.W. (1996), Foulkes disocia claramente sus propias preocupaciones e ideas de las de Lewin[2] (1996:289), y al parecer, las ideas que habían aparecido en la edición que comento fueron intentos de establecer puentes entre quienes escribían el texto ya que señala que su impresión de que mi aproximación teórica se basaba en Lewin o había sido influido por él, proviene probablemente del hecho de que (James) Anthony en aquellos momentos [la primera edición del texto de Foulkes y Anthony data de 1957] trató de construir puentes teóricos ante lo que no puse objeción[3].(1996:290); de todas formas, como indica el mismo Cohn, las ideas estaban ahí y en cierta manera influyeron. Ahora bien, la influencia más notable proviene de su vinculación con la escuela de Frankfurt. En este sentido hay un trabajo muy sugerente escrito por Rothe, S (1989) en el que se describe muy bien el entorno en el que se movió. Esto también nos lo recuerda Cohn quien indica, vinculando a Lewin y Foulkes, que Lewin trabajó en el Instituto psicológico de Berlín altiempo que lo hacían los psicólogos de la Gestalt Max Wertheimer and Wolfgant Köler. Foulkes, por su lado, trabajó durante dos años en el Instituto Neurológico de Frankfurt que estuvo bajo la influencia de la aproximación holística a la biología de Kurt Goldstein. El psicólogo Gestáltico Adhemar Gelb también trabajó con Goldstein y Foulkes asistía a sus conferencias (1996:290-1). Por otro lado, la relación con K. Goldstein, neurólogo alemán, creador de la teoría holística del organismo a partir de los avances de la teoría de la Gestalt, le permitirá comprender la noción de red y de punto nodal, en este caso referidos al cerebro, y que Foulkes hará extensible al grupo. De esta influencia parece agradecido según nos refiere Cohn con una nota del propio Foulkes: describe cuánto aprendió a apreciar la visión holística del organismos humano y todas sus consecuencias de su profesor K. Goldstein, y a través de sus estudios con Adhemar Gelb acabó convencido de la afirmación de que el todo es antes y más elemental que las partes[4] (Foulkes and Anthony, 1965:20)” (1996:291). De nuevo, la influencia de la Gestalt y de la psicología Holística es también muy evidente. Una de las obras de Goldstein “The organism”, publicada en 1934, en la que se concibe al organismo humano como una globalidad, es un referente importante. Siguiendo a Cohn, Goldstein presentó el sistema nervioso como una totalidad, no como un conglomerado de partes (…)[por lo que] factores operando a distancia son siempre complementarios de aquellos que están en la cercanía… las dos partes actúan como la luz y la sombra, la figura y el fondo[5] (E. Foulkes, 1990, 41, 44)” (1996:292). El reconocimiento de tal influencia aparece en otra cita de Cohn (1996:292) en la que queda patente cómo deliberadamente utiliza el término red (network) tomado del propio Goldstein.
Y no debemos olvidar la enorme influencia de N. Elias, con quien podrá ir elaborando la visión social y las articulaciones entre el grupo pequeño y la sociedad y a quien está profundamente agradecido. Dice Foulkes, éste es el lugar de reconocer con gratitud la claridad en la comprensión de estas relaciones que yo debo particularmente a la obra y planteamientos de Norbert Elias, y quizás más todavía a las múltiples discusiones amistosas que mantuvimos en torno a estos temas antes de la guerra (Foulkes, 2005:83). Creo que de la relación con él pudieron ir saliendo varias ideas que, y esto me lo imagino así Elias pudo utilizar aplicándolas a su teoría del proceso de la civilización.
Habrá que tener en cuenta también las influencias psicoanalíticas, en tanto que fue analizado en Viena por Helen Deustch, fue presidente de la Sociedad de Psicoanálisis de Frankfurt, y acabó formando parte de la sociedad Psicoanalítica de Londres. Del psicoanálisis dice, el psicoanálisis abrió este territorio al desarrollar tres herramientas fundamentales: un método de investigación llamado asociación libre (…), un modo de comprender el significado completo e inconsciente de los pensamientos, motivos, acciones conscientes (…), el psicoanálisis creó una situación nueva, la situación analítica (…) que es una situación de transferencia (2005:74); pero señala también explícitamente, sin embargo, el psicoanálisis no ha concedido por el momento a esta esfera social la misma importancia básica que al aspecto instintivo y añade: el progreso (…) ha conducido a la conclusión (de) que las viejas yuxtaposiciones de un mundo interior y exterior, constitución y entorno, individuo y sociedad, fantasía y realidad, cuerpo y mente son insostenibles. (2005:77) Todo ello hará de Foulkes una persona compleja y vinculada a fidelidades muy fuertes (Dalhal, 2001). Por un lado aparece el Foulkes fiel a la teoría psicoanalítica y por otro lado, el Foulkes radical, más vinculado a los elementos sociales. En cualquier caso, Foulkes representa el punto revolucionario de unión entre la visión más biológica y la más social del ser humano.
Quizás habría que subrayar el concepto que tiene de individuo. Creo que no sería justo decir que Foulkes no se interesa por el individuo y sí por el grupo. De hecho, y como la mayoría de nosotros, lo que le preocupa es precisamente el individuo. Esto es lo que entiendo que subraya Lavie, J., (2005) los temas que más interesaron a Foulkes fueron aquellos que atañían a las estructuras mentales de las personas y no tanto las concernientes a la dinámica del grupo[6](ibid:526). Lo que sucede es que ese individuo no es concebido como un elemento separado o aislado del entorno en el que está. Por lo que entiendo, y ya me disculparás ese andar con tanta cautela, es que Foulkes propone el abandono de la idea de que existe un individuo con un mundo interno y que, separado de él, hay un mundo externo. En esta premisa, la influencia de Elias es clara ya que aparecería la oposición entre el Homo Clausus y el Homines Aperti. Lavie aporta un fragmento del propio Foulkes, que copio: después de todo, ciertamente no puede haber ninguna experiencia interna que no haya sido estimulada desde el exterior y por otras personas. Incluso la experiencia de nuestro propio cuerpo ha sido desde un buen principio conformada por la influencia de nuestras madres. No hay una experiencia exterior (la realidad) que no nos contenga y a todas nuestras reacciones, incluyendo nuestras fantasías y distorsiones[7] (2005:528). Es decir, la idea que habitualmente tenemos, o que tengo pero comienzo a no tener, del ser humano, es la de aquel individuo que desde el momento en el que nace y dentro del entorno protector que le viene construido por su madre y por la relación con ella (Winnicott), dispone de un aparato psíquico incipiente, en formación, cuyas fantasías y otros productos mentales se van organizando en torno a aquellas sensaciones buenas y malas (Klein) y que las primeras se guardan en tanto que las segundas se proyectan hacia el exterior por no poder ser incluidas (al menos en unos primeros momentos de su desarrollo). Y creo que con variaciones más o menos significativas, el pensamiento de la psicología se centra en la idea de ese individuo, cuya piel le delimita y hasta separa del resto del mundo. Su desarrollo, su crecimiento, enriquecido y estimulado (o no) por el exterior, por el entorno, va en una dirección en la que progresivamente se irá integrando, se irá socializando. Es un ser que percibe el mundo y reacciona ante ello; un ser que incorpora lo percibido y que lo integra en eso que venimos llamando “mundo interno” a partir de un esquema personal, individual, de lo que le resulta gratificante y de lo que no; esta visión, que acentúa un mundo interno, no deja de ser algo opuesto al “mundo externo”.
Foulkes, en parte, rompe con esta visión. Y este es el Foulkes revolucionario del que habla Dalal. Lo que propone es la supresión de la dicotomía individuo/grupo o sociedad, para que sea pensado como una matriz en interrelación dinámica con procesos multipersonales, multiindividuales; matriz que es formada y al tiempo contribuye a la formación de esos propios procesos multipersonales. La psique individual, entonces, sería vista como un proceso en formación continua y en interacción constante con las demás psiques que organizan una matriz a partir, precisamente, de esas mismas interrelaciones. En este punto se encuentran los procesos psicogenéticos y sociogenéticos. Dicho de otra forma, Foulkes, al menos la parte de él que se consideraría, siguiendo a Dalal, como revolucionaria, está preocupado por las interrelaciones que se dan entre las personas, por el cómo estas interrelaciones penetran (los llamados procesos de introyección, en cierto modo, serían los más significativos) y configuran la psique individual y cómo ésta configura, a su vez, la matriz social a la que pertenece. En su texto recientemente publicado (2005) señala: el individuo no sólo depende de las circunstancias materiales (…) sino que queda, literalmente, impregnado de ellas. Forma parte de una red social, es un simple nodo de esta red, y sólo artificialmente puede ser considerado de manera aislada (…) El concepto de “átomo social” de Moreno, aunque se aproxima a esta verdad, continúa atascado a medio camino, por cuanto sigue construyendo la estructura social a partir de estos átomos sociales (2005:82)
A decir de Lavie, dos son los puntos básicos: la idea de que el proceso de individuación y socialización es simultáneo e interdependiente; y el concepto de mente. Respecto de la primera, es el propio Elias quien lo comenta en una entrevista que recoge Lavie y de la que extraigo las frases: este es el interés teórico en el que Foulkes estuvo interesado. Viene directamente de fuera, esto significa que la verdadera idea del proceso de civilización conlleva que el individuo es minuciosamente socializado e individualizado al mismo tiempo[8] (Lavie, 2005:523). Respecto a la segunda idea, la mente es vista como algo dinámico, algo en interacción y no algo estático dentro de la cabeza de cada uno. Sería más una creación continua a partir de las relaciones que estamos estableciendo permanentemente que un componente estático, unipersonal.
En efecto, de la misma manera que la circulación es la resultante de las interacciones y movimientos de los vehículos, o una partida de ajedrez la que nace de las sucesivas jugadas, la mente consiste en los procesos interactivos entre un número de personas vinculadas estrechamente en lo comúnmente llamado grupo[9]. Es decir, no es algo estático sino que son los propios procesos de interacción interpersonal que reciben ese nombre de mente, creándola. Dicha creación provendría de un proceso multipersonal del que los aspectos individuales serían el resultado evolutivo de ese proceso. Con lo que nos encontramos ante un dibujo totalmente novedoso: al tiempo de ser individuos, indivisibles, somos partes del grupo social. Es justamente la interacción, o mejor, interdependencia vinculante con las diversas constelaciones de personas como se crea la mente. Por lo que todo lo que hacemos, pensamos, fantaseamos, sentimos, decimos o callamos ocurre siempre en el contexto de las interdependencias que establecemos con los demás, independientemente de su presencia real, física, a nuestro lado. Por ejemplo, todo lo que aquí estoy diciendo lo digo en tanto que estás ahí, en tanto que deseo transmitirte lo que me ha sido transmitido por muchas y muchas personas y que he organizado de una forma determinada, la mía. Si no existieras, si tras de ti no hubiera siquiera un lector, esta entrevista no tendría sentido.
[1] Traducción del autor.
[2] Traducción del autor.
[3] Traducción del autor.
[4] Traducción del autor.
[5] Traducción del autor.
[6] Traducción del autor.
[7] Traducción del autor.
[8] Traducción del autor.
[9] Esta idea aparece en un texto de origen desconocido y entresacada del artículo de Foulkes (1973) “El grupo como matriz de la vida mental de los individuos”, que no he sabido localizar.